viernes, 14 de agosto de 2015

Gimena Erica

Pablo Carrasco es el artesano que está detrás de las estilográficas Gimena. Años atrás empezó su andadura en la fabricación de plumas con el modelo Ebenus, en ébano oscuro. Más adelante vino la Amaranthus, en madera de maranto: http://tortugavacumatica.blogspot.com.es/2014/06/plumas-gimena-ebenus-vs-amaranthus.html

A principios de este 2015 se ha lanzado de lleno con la producción de plumas y ha presentado cuatro nuevos modelos; Ebenus 2, Ebenus 2.8, Erica y Erica Magnus.

En el siguiente enlace se pueden ver todos esos los modelos: http://www.gimenapen.com/modelos/Meses atrás ya revisé los modelos Ebenus y Amaranthus: 

De todas ellas, la que más me gustó fue el modelo Erica. Por lo que, ni corto ni perezoso, me hice con una y ahora os la presento.

Como curiosidad, su denominación tiene origen el nombre botánico de la madera de brezo con la que está hecha; Erica arborea.







Quizás, lo que más llame la atención en esta pluma es el sistema de carga. Hay que desenroscar el cuerpo del conjunto plumín para poder cargar de tinta el convertidor. Para poder desmontar estas dos partes, Pablo ha diseñado una herramienta a la que denomina "cigüeñal"









El anillo y roscas están hechos con plata maciza 925. La disposición de las parte metálicas, así como la claridad de la plata, contrastan con el tono oscuro de la madera y combinan a la perfección.









El clip merece comentario aparte. Tiene un diseño con forma de hoja, que no te deja indiferente. Para ser honestos, no me gustó a primera vista. Pero, con el paso del tiempo, he descubierto que es parte más característica y es la gracia de la pluma. Sin ella sería una más, como otras tantas que hay de forma cilíndrica. 



La madera está barnizada con laca urushi. La que muestro en fotos, además, tiene un tinte negro para oscurecerla.

Lo primero que se nota al coger la pluma es el tacto sedoso y suave de la laca sobre la madera. No parece madera. Para escribir puede resultar algo resbaladizo, pero no resulta incómodo. 



El plumín.

Se trata de un plumín Jowo de oro de 14 kilates con alimentador de ebonita de 6mm. El grabado y rodiado están hechos por el propio Pablo.
El plumín es semi-rígido; no es como un clavo de duro, pero casi. Si el iridio del plumín está bien tallado y los gavilanes tienen una separación adecuada y están bien alineados, repercute en una escritura suave y placentera, lejos de esos plumines con feedback, o sensación de roce contra el papel.
El diseño y la ebonita con el que está hecho el alimentador facilita el paso de la tinta. Eso hace que el flujo sea constante desde la primera a la última palabra escrita. 
Además, Pablo revisa y retoca todos las plumines para que se ajuste al gusto del usuario.





Este plumín tiene lo mínimo que debe tener un plumín, pero, bajo mi punto de vista, viene corto de flujo de fábrica. Después de ajustarlo al gusto, con un trazo muy húmedo, ha quedado perfecto.









Mi opinión

De esta pluma me gusta todo. Es artesanal, su forma, su zona de agarre lisa, los materiales usados en su fabricación, el diseño de su plumín y la sensación de escritura que me transmite.

El tacto del cuerpo, el peso del cuerpo y el flujo del plumín me permiten escribir sin presionar. Es como si sólo me dejase escribir de esta manera; de una forma pausada, lenta y disfrutando del deslizar del plumín contra el papel.

Por sacarle alguna pega, el proceso de carga puede resultar trabajoso y hasta delicado, ya que hay que desmontar el conjunto plumín. Además, hay que tener el cigüeñal de apertura a mano. 
A pesar de eso, todo lo demás convierte en insignificante este pequeño detalle. Aunque, quién sabe, puede que a más de uno le resulte un ritual lleno de encanto.